El archipiélago balear es conocido por sus playas paradisíacas. Pero no todos conocen que allí se encuentra el ser vivo más grande del planeta, que es precisamente el culpable de la claridad de sus aguas.
Nos referimos a las praderas de posidonia, que en su conjunto suman 650 km² sólo en Baleares, la mitad del total de posidonia de las aguas españolas. Y aunque Baleares tiene alrededor de 300 playas, hoy queremos resaltar una playa de cada isla, que se caracterizan por ese azul intenso.
Empezamos nuestro repaso por la más pequeña de las islas, Formentera y una de sus playas más mencionadas del mundo, la playa de Ses Illetes. Sus aguas turquesas y cristalinas parecen sacadas de una postal, y su arena blanca y fina se extiende a lo largo de varios kilómetros. Situada en el Parque Natural de Ses Salines, ofrece una vista espectacular del azul más intenso del Mediterráneo.
El a Ses Illetes es relativamente sencillo, ya sea en coche, bicicleta o incluso a pie, lo que permite disfrutar del entorno natural de manera sostenible. Las aguas poco profundas y tranquilas son ideales para el baño y el esnórquel, ofreciendo una experiencia única para los visitantes que buscan sumergirse en la esencia del Mediterráneo.
Viajamos ahora a su vecina y mundialmente conocida Ibiza para deternos en la tranquila y hermosa Cala d’Hort, una cala famosa no solo por sus aguas de un azul intenso, sino también por las impresionantes vistas del islote de Es Vedrà, un enorme peñón que emerge del mar.
La playa de Cala d’Hort está rodeada de acantilados y vegetación mediterránea, lo que le da un ambiente íntimo y natural. Es un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y la belleza del entorno, lejos del bullicio de las zonas más turísticas de la isla. Y cómo no, observar un atardecer sobre Es Vedrà es algo que uno no debería perderse si visita Ibiza.
Volamos ahora hasta la tercera isla en tamaño, Menorca, para hablar de Cala Tortuga. Situada en la costa norte de Menorca, es uno de esos rincones escondidos que aún conservan la pureza del Mediterráneo. Esta playa es parte del Parque Natural de S'Albufera des Grau, una reserva de la biosfera que protege su entorno virgen y salvaje.
Las aguas de Cala Tortuga son de un azul turquesa brillante y están rodeadas de un entorno natural inalterado, lo que la convierte en un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Además, el a ella es únicamente a pie, lo que la mantiene relativamente aislada y poco concurrida.
Acabamos nuestro repaso en la mayor de las Islas Baleares, Mallorca. Allí se encuentra la playa de Es Trenc, una extensa playa de arena blanca y agua azul turquesa que se extiende por varios kilómetros, ofreciendo un paisaje abierto y virgen que recuerda, y mucho, a las playas del Caribe.
El entorno natural de dunas y vegetación mediterránea añade un encanto especial a esta playa, bastante popular entre locales y turistas, gracias a su fácil y la disponibilidad de servicios como chiringuitos y áreas de alquiler de sombrillas y tumbonas.
En definitiva, un paraíso que tenemos al alcance de todos, que nos debe concienciar de la importancia de seguir cuidando la posidonia, uno de nuestros mayores tesoros. El lugar donde se encuentra la mayor colonia es en el espacio protegido de Ses Salines d'Eivissa i Formentera, y está considerado el organismo más antiguo del mundo, ya que se le intuyen unos 100 000 años de edad.