Abril es un mes clave para el huerto, ya que marca la transición definitiva a la primavera y ofrece unas condiciones óptimas para muchas siembras y trasplantes. Las temperaturas empiezan a subir, las lluvias pueden ser más frecuentes y las horas de luz también aumentan, favoreciendo el crecimiento de los cultivos.
Para aprovechar agrícolamente al máximo esta época del año, es fundamental conocer qué se puede plantar y cuáles son las tareas esenciales que garantizarán un huerto sano y por tanto, productivo.
En el mes de abril, la tierra ya está más templada y lista para recibir gran variedad de cultivos. Dependiendo del clima de cada zona, se puede sembrar directamente en el suelo o iniciar semilleros para trasplantar más adelante a la tierra.
Si se han iniciado semilleros en meses previos, abril es un buen momento para trasplantar:
Abril no solo es un mes para sembrar, sino también para realizar algunas labores concretas que garantizarán el buen desarrollo de los cultivos y ayudarán en el desarrollo correcto del huerto para los meses más cálidos.
Antes de sembrar o trasplantar, es importante acondicionar el terreno:
Con el aumento de temperaturas, el riego se vuelve fundamental:
Con la llegada de la primavera, en #CasablancaElPlantío nuestros residentes han dado vida a nuestro huerto comunitario. Un espacio de conexión con la naturaleza, donde cultivamos juntos alegría y bienestar. ¡Acompáñanos a ver cómo florece la vida! #BienestarSenior pic.twitter.com/hbMjuPDBIN
— Grupo Casablanca (@casablancaGrupo) March 29, 2025
El incremento de la temperatura favorece la aparición de plagas como pulgones y orugas. Para prevenir daños:
Algunas plantas de crecimiento vertical, como tomates, judías y guisantes, requieren tutores o estructuras de soporte para desarrollarse adecuadamente.
Instalar cañas, mallas o estructuras de madera para facilitar su crecimiento y evitar que los frutos toquen el suelo.
Abril es un buen momento para planificar la distribución de los cultivos en el huerto: