Si hacemos caso a datos de 2024, más de 4 millones de españoles visitaron balnearios el año pasado en busca de bienestar y relajación, consolidando esta actividad como una de las preferidas para el turismo de salud en nuestro país.
Esta tendencia al alza refleja un interés creciente por destinos que ofrecen experiencias termales únicas. Por ello hoy queremos destacar un rincón andaluz que, sin grandes pretensiones, enamora por su autenticidad y belleza natural.
Ubicado en la comarca de la Axarquía, en la provincia de Málaga, el pequeño municipio de Periana alberga los Baños de Vilo, un balneario natural con más de mil años de historia.
Los Baños de Vilo se encuentran a unos 3,5 kilómetros del centro de Periana, accesibles por una carretera rural bien señalizada. El entorno, caracterizado por su tranquilidad y belleza, invita a los visitantes a sumergirse en una atmósfera de paz y bienestar como pocas.
En los Baños de Vilo, un balneario de aguas sulfurosas en @AytoPeriana #AxarquiaATB pic.twitter.com/43D7KTbjwn
— El viaje mehizo a mí (@ElviajeMehizo) November 13, 2016
Lo que tiene de curioso este lugar es que sus aguas brotan a una temperatura constante de 21 grados y son ricas en minerales como azufre, calcio y magnesio. Estas propiedades las hacen especialmente beneficiosas para tratar afecciones de la piel, problemas reumáticos y musculares.
Desde la época árabe, este manantial ha sido utilizado con fines medicinales, de tal manera que durante los siglos XVIII y XIX fue considerado uno de los balnearios más importantes de Andalucía.
A diferencia de otros spas, este lugar conserva su esencia rústica y natural. La alberca principal, de nueve metros de diámetro y poco más de un metro de profundidad, está esculpida en piedra y se integra perfectamente en el paisaje. Un pequeño puente de piedra permite cruzar el río que bordea el recinto, lo que le añade un toque pintoresco al conjunto.
En 1828, se construyó un complejo termal con habitaciones y piscinas de aguas termales a distintas temperaturas, conocido como una casa de baños. Sin embargo, en 1907, una gran tormenta arrasó el complejo, dejándolo en ruinas.
La recuperación definitiva de los baños llegó en 1990, cuando el Ayuntamiento de Periana impulsó su restauración con el objetivo de recuperar este enclave para el turismo.
Hoy en día, los Baños de Vilo están abiertos al público de forma gratuita, permitiendo a los visitantes disfrutar de un baño en aguas medicinales en un entorno único. Eso sí, es recomendable llevar calzado resistente al agua y toalla para secarse después del baño. Aunque el olor inicial a azufre puede ser fuerte, la mayoría de los visitantes coinciden en que después de un rato ya no se nota.