El abandono del cuidado de los terrenos forestales y rurales ha permitido que el número de incendios forestales aumenten en muchos lugares. Animales como cabras y ovejas permitían reducirlos.
“El mayor desafío es reeducar a la gente sobre la vida rural”, dijo Daniel Sánchez, uno de los pastores, mientras sacaba a pastar a los animales.
El Parque aludido de 8.200 hectáreas es 22 veces más grande que el Central Park de Nueva York y ocho veces más grande que el Bois de Boulogne en París.
Sus miradores ofrecen vistas panorámicas de Barcelona, y las rutas de senderismo lo hacen popular entre los corredores, ciclistas y gente que sale a caminar.
“Todos los años se incendia”, dijo Sergi Domínguez, un trabajador de mantenimiento de 52 años que estaba en el parque paseando a su perro.
Las ovejas y las cabras "se comen la maleza y eso es lo mejor que puede pasar", añadió Domínguez, señalando la vegetación seca. Dijo que esperaba que el rebaño regresara el próximo año.
El proyecto finaliza en junio. Si se considera un éxito, las autoridades podrán ampliarlo a otras áreas verdes.
Ferran Paune, biólogo y experto en ganadería a cargo del proyecto, dijo que la zona presentaba un "riesgo muy alto de incendios forestales".
"Estamos en una zona mediterránea. Además, está superpoblada, con muchas zonas urbanas y gente viviendo en el bosque", añade.
"Este parque natural podría arder por completo en solo ocho horas, lo que podría causar un problema muy grave: las personas que necesitan ser evacuadas o resultan heridas".
Las cabras y ovejas parecen haberse adaptado "perfectamente" al parque urbano, dijo Paune.