La alergia al calor o urticaria colinérgica es una condición que se manifiesta como una reacción cutánea ante el aumento de la temperatura corporal. Los síntomas incluyen la aparición de ronchas, enrojecimiento y una sensación de picazón intensa. Esta reacción se debe a la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor que, en personas susceptibles, provoca una respuesta exagerada del sistema inmunitario.
Puede desencadenarse por cualquier actividad que aumente la temperatura corporal interna. Esto incluye:
Aunque comúnmente se le llama "alergia al calor", la urticaria colinérgica no es una alergia en el sentido tradicional. No implica una respuesta del sistema inmunológico a un alérgeno externo, como ocurre con las alergias al polen o a ciertos alimentos. Es una reacción a un cambio fisiológico interno. Sin embargo, se asocia a la palabra "alergia" porque los síntomas y la forma en que el cuerpo reacciona son similares a las alergias.
El diagnóstico de la urticaria colinérgica suele realizarse a través de una combinación de historial clínico y pruebas de provocación, como el ejercicio controlado. Los tratamientos incluyen antihistamínicos, que pueden ayudar a controlar los síntomas, aunque no siempre son completamente efectivos. En casos severos, los médicos pueden recomendar medicamentos que disminuyan la producción de acetilcolina o terapias físicas para ayudar a regular la temperatura corporal.
La alergia al sol, también conocida como fotodermatitis, es una condición en la que la exposición a la luz ultravioleta (UV) provoca una reacción alérgica en la piel. A diferencia de la urticaria colinérgica, la fotodermatitis puede ser desencadenada por la luz solar directa y se manifiesta con síntomas como enrojecimiento, hinchazón, ampollas y erupciones cutáneas.
La fotodermatitis puede ser causada por varios factores, incluyendo:
El diagnóstico de la fotodermatitis se basa en la historia clínica del paciente, el examen físico y, en algunos casos, pruebas de fotoparche para identificar sustancias que puedan estar causando la reacción. El tratamiento incluye evitar la exposición al sol, usar protectores solares de amplio espectro, ropa protectora y, en casos graves, medicamentos como corticosteroides o inmunosupresores.
Para quienes padecen urticaria colinérgica o fotodermatitis, la vida diaria puede requerir ajustes significativos. Las actividades al aire libre, el ejercicio y la exposición al calor y al sol deben ser manejadas cuidadosamente para evitar desencadenar los síntomas, pero no sólo eso.
Para las personas que sufren de estos síntomas, el sol y el calor requieren un manejo especial, pero no sólo para ellos, todos necesitamos mantener nuestro cuerpo fresco y evitar la exposición al sol para prevenir consecuencias no deseadas como golpes de calor o quemaduras solares.