El nogal (Juglans regia) es un árbol imponente y de gran valor tanto comercial como doméstico, ideal para quienes buscan cosechar sus propias nueces. Sin embargo, para lograr una cosecha exitosa, es clave conocer una serie de requerimientos de suelo, riego y poda, así como las plagas y enfermedades que pueden afectarlo.
El nogal es un árbol de gran tamaño que puede alcanzar hasta 25 metros de altura y vivir más de 150 años. Para crecer con vigor, necesita mucho sol, por lo que debe plantarse en un lugar con exposición directa a la luz durante la mayor parte del día.
Hay que considerar que las heladas intensas pueden dañar sus flores y reducir la producción de nueces, por lo que es recomendable evitar zonas con temperaturas extremas en primavera.
Además, el nogal produce una sustancia llamada juglona, un compuesto químico que inhibe el crecimiento de muchas plantas cercanas. Esta característica, conocida como alelopatía, puede afectar cultivos sensibles como tomates o papas. Por esta razón, es importante elegir cuidadosamente su ubicación para evitar que interfiera con otras especies del jardín.
El nogal prefiere suelos profundos, bien drenados y ricos en materia orgánica. Lo ideal es un pH ligeramente ácido a neutro (entre 6,0 y 7,5). Si el suelo es muy compacto o arcilloso, se recomienda mejorar el drenaje mezclando arena gruesa y compost antes de plantar.
El nogal necesita de nutrientes que obtiene del suelo, agua y atmósfera de manera natural, otros se complementan
— PIPNAC (@PIPNAC) July 17, 2020
por medio de aplicaciones de fertilizantes vía foliar, al suelo o en el agua de riego. Estos nutrientes son indispensables para el desarrollo del nogal. pic.twitter.com/Apj5k9GfuX
En cuanto a las necesidades hídricas, el nogal necesita riego regular durante su etapa de crecimiento, especialmente en los meses secos del verano. Sin embargo, no tolera el exceso de agua, ya que el exceso de humedad puede provocar pudrición radicular.
Existen dos métodos principales: desde semilla, que toma más tiempo, o desde un plantín injertado, que acelera la producción de frutos.
Es importante saber que algunas variedades de nogal requieren polinización cruzada, lo que significa que necesitan otro árbol compatible cerca para producir frutos en abundancia. Otras, en cambio, son autofértiles y pueden dar nueces sin necesidad de otro nogal cercano.
El nogal requiere podas de formación en sus primeros años para darle una estructura fuerte y equilibrada. Se eliminan ramas débiles o mal posicionadas para favorecer una copa bien distribuida.
A partir de la madurez del árbol, la poda se limita a retirar ramas secas o enfermas. Se recomienda hacerla en invierno, cuando la savia está inactiva.
Las nueces están listas para cosechar en otoño, cuando la cáscara externa se agrieta y comienza a desprenderse.
Para conservarlas por más tiempo es importante seguir estos consejos.
- Bruno, V. (2025). Guía para cultivar un nogal en jardines modernos. Jardinería On.
- Agroforestales Esla. Plantar un nogal: una guía paso a paso.