Las sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo (PFAS), a menudo llamadas sustancias químicas para siempre, famosas por su persistencia ambiental y sus posibles vínculos con problemas de salud, se están descubriendo en lugares inesperados, incluida la cerveza.
Investigadores que publican en Environmental Science & Technology analizaron cervezas elaboradas en diferentes zonas de Estados Unidos para detectar estas sustancias.
"Como bebedora ocasional de cerveza, me preguntaba si los PFAS presentes en el agua estaban llegando a nuestras pintas", afirma Jennifer Hoponick Redmon, directora de investigación. "Espero que estos hallazgos inspiren estrategias y políticas de tratamiento del agua que ayuden a reducir la probabilidad de encontrar PFAS en futuras bebidas".
Los PFAS son sustancias químicas sintéticas producidas por sus propiedades repelentes al agua, al aceite y a las manchas. Se han encontrado en aguas superficiales, subterráneas y en suministros de agua municipales de Estados Unidos y del mundo. Si bien las cervecerías suelen contar con sistemas de filtración y tratamiento de agua, estos no están diseñados para eliminar los PFAS.
Al modificar un método de análisis de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) para analizar los niveles de PFAS en el agua potable, Hoponick Redmon y sus colegas analizaron 23 cervezas. Las cervezas fueron producidas por cerveceras estadounidenses en zonas con contaminación documentada del sistema hídrico, además de cervezas nacionales e internacionales populares de grandes empresas con fuentes de agua desconocidas.
Los investigadores encontraron una fuerte correlación entre las concentraciones de PFAS en el agua potable municipal y los niveles en la cerveza de elaboración local, un fenómeno que, según Hoponick Redmon y sus colegas, aún no se ha estudiado en la cerveza de venta minorista estadounidense.
En particular, el equipo descubrió que las cervezas elaboradas cerca de la cuenca del río Cape Fear en Carolina del Norte, un área con contaminación conocida por PFAS, tenían los niveles más altos y la mezcla más diversa de sustancias químicas permanentes, incluidos PFOS y PFOA.
Este trabajo demuestra que la contaminación por PFAS en una fuente puede propagarse a otros productos, y los investigadores instan a una mayor concienciación entre cerveceros, consumidores y organismos reguladores para limitar la exposición general a los PFAS. Estos resultados también resaltan la posible necesidad de mejorar el tratamiento del agua en las plantas cerveceras a medida que se modifican las regulaciones sobre PFAS para el agua potable o se implementan actualizaciones en el sistema de tratamiento de agua municipal.
Jennifer Hoponick Redmon et al, Hold My Beer: The Linkage between Municipal Water and Brewing Location on PFAS in Popular Beverages, Environmental Science & Technology (2025). DOI: 10.1021/acs.est.4c11265