Sin Sol no hay vida: los científicos parten de esta contundente verdad para entender los orígenes de la biosfera. Entre los principales misterios de la ciencia se encuentra la correlación entre la Tierra y la única estrella en nuestro sistema planetario.
Cuando apenas surgió la vida en nuestro planeta, hace unos 3.800 millones de años, el Sol era muy joven, por tanto irradiaba un 70% de la energía que hoy recibimos. Es difícil imaginar, bajo estas condiciones, un planeta rodeado por océanos. Para mantener el estado líquido del agua eran indispensables altas temperaturas en la Tierra. Cabe destacar que no se encuentran signos de glaciación que demuestran que el planeta haya estado congelado en los inicios de la vida. Entonces, ¿cómo se puede explicar esta contradicción">