A finales de enero de 1943, en una zona de sierra del estado de Michoacán, México, a más de 2200 metros sobre el nivel del mar, comenzaron a producirse una serie de fuertes temblores sísmicos que generaron temor entre la población local.
Los habitantes de las aldeas de Parícutin y San Juan Parangaricutiro, dos asentamientos que hoy ya no existen porque quedaron sepultados por la lava, vivieron durante semanas en un estado de creciente preocupación, experimentando movimientos sísmicos cada vez más intensos, mientras algunas casas también empezaban a sufrir daños importantes.
Entonces, el 20 de febrero de 1943, comenzó uno de los acontecimientos geológicos más significativos del siglo XX, con una sorprendente y repentina erupción volcánica.
El 20 de febrero de 1943, el campesino Dionisio Pulido trabajaba en su campo de la aldea de San Juan Parangaricutiro, preparándose para sembrar maíz, cuando de repente, para sorpresa general, la tierra se abrió con humo y fuentes de lava. Comenzaba una erupción que duraría años, hasta el 4 de marzo de 1952, y que daría origen a uno de los volcanes más jóvenes del mundo: el Paricutín.
#OnThisDay in 1943, a volcano suddenly burst through a Mexican farmer's cornfield and built itself up to 50 m in height in just 24 hours!
Dr. Brad Pitcher (@TieDyeSciGuy) February 24, 2022
Paricutin volcano continued to erupt ash and lava bombs until January 1952, building up into a 424m (1,391ft) cinder cone volcano! pic.twitter.com/1I5pS8xtPm
El primer día de la erupción, el nuevo cono volcánico alcanzó una altura de 30 metros desde la base, y pocos días después ya superaba los 60 metros. En los años siguientes, las erupciones crearon un cono de 424 metros de altura.
El Paricutín, que se originó en un campo de maíz, sigue considerándose uno de los volcanes más jóvenes del mundo. Recientemente ha cumplido 81 años, lo que en términos geológicos es una edad muy temprana, y es un volcán muy estudiado. De hecho, su joven edad geológica ha permitido seguir su evolución con numerosos estudios científicos.
Ha sido objeto de numerosos estudios, trabajos científicos, informes de libros y reportajes, y ha permitido estudiar de cerca este tipo de actividad volcánica, dando un salto adelante en la vulcanología.
La erupción del Paricutín (Parhíkutini en la lengua p'urhépecha de los nativos americanos de esta zona) no causó víctimas, pero hizo desaparecer para siempre los pueblos de Paricutín y San Juan Parangaricutiro. De este último centro aún quedan vestigios, como la antigua iglesia, que emerge de las coladas de lava. Es el único vestigio que queda de la antigua aldea, dando la impresión de una Pompeya mexicana moderna.
El otro pueblo, más cercano al cráter, desapareció para siempre. Lo único que queda de este pueblo es el nombre, que se dio al nuevo volcán.
La aparición de nuevos conos volcánicos también se ha observado en épocas históricas en Italia y España. En otoño de 2021 una erupción en el complejo volcánico de Cumbre Vieja de la isla española de La Palma (Canarias) dio origen a un nuevo volcán llamado Tajogaite.
Así se pone el volcán de La Palma cuando llueve en sus faldas. Parece que a la bestia no le gusta mucho el agua... pic.twitter.com/86SI0qwPwI
— Javi Rodríguez (@javiro_ser) March 24, 2024
En Italia, por su parte, destaca el nacimiento del Monte Nuovo en la zona de los Campos Flegrei, en Nápoles, tras una serie de erupciones en el otoño de 1538.
La erupción del volcán de un campo cultivado duró nueve años, con periodos intermitentes de actividad explosiva. Las coladas de lava cambiaron profundamente el paisaje circundante. No se ha registrado actividad en la zona desde marzo de 1952, y el volcán se encuentra en estado latente desde entonces.
Para profundizar
El Paricutin en 100 imágenes - México, El Colegio Nacional, 2017.
https://www.geologia.unam.mx/igl/docs/libros/Paricutin_Morelos2022.pdf