El último parte del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU es poco alentador. Irma continúa su paso firme hacia el noroeste con rachas de viento cercanas a los 300 kilómetros por hora (km/h), lluvias torrenciales y una marejada extraordinaria. El último avión de reconocimiento de la Fuerza Aérea estadounidense se ha topado con un ojo muy bien definido y una presión central que se mantiene enclavada en los 921mb.
El huracán en las próximas horas se topará con un entorno óptimo para su desarrollo: un mar con temperaturas muy altas y poca cizalladura. Estos factores mantendrán impoluta la intensidad de Irma al menos hasta el sábado. Después podría iniciar un debilitamiento gradual que, lamentablemente, no eximirá a Florida de un buen encontronazo. Los modelos de predicción le otorgan la categoría 4 en el momento del impacto con suelo estadounidense.
En las últimas horas Irma ha pulverizado el histórico de datos. Ya acumula más de 48 horas con vientos sostenidos de 290km/h, una terrible gesta que aún no había logrado ningún huracán en el Atlántico desde que se recogen registros.
Ahora está en el norte de la República Dominicana y en apenas 24 horas llegará a Cuba. Poco después (36H) se activará la alerta por huracán en el sur de Florida. Allí se espera que aún presente ráfagas de 200km/h. Las autoridades recomiendan evacuar toda la zona y avisan de que se suspenderán los servicios médicos, de bomberos y policía. “Alístense para evacuar ya mismo, no es una situación para tomar a la ligera”, ha avisado Rick Scott, gobernador de Florida.