Los accidentes nucleares, aunque han sido muy poco numerosos a lo largo de las últimas décadas, pueden ser fatales para la humanidad y el medio natural, por lo que prevenirlos es primordial. A continuación, analizaremos el caso citado anteriormente, y valoraremos si España y el resto de países que utilizan la energía nuclear han aprendido de los errores pasados para incrementar su seguridad y fiabilidad.
El accidente nuclear de Chernobyl se produjo en el reactor número 4 de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, a escasos 3 km de la ciudad de Pripyat (actual Ucrania), poco más de 100 km de Kiev y muy cerca de la frontera con Bielorrusia. Sus causas fueron una combinación de errores, cometidos por los propios operarios durante la realización de pruebas experimentales, y el mal diseño de la propia central nuclear, que también carecía de edificio de contención en caso de accidente.
El accidente generó y expulsó una enorme cantidad de materiales tóxicos y radiactivos, que se expandieron a través de las masas de aire en el sentido de los vientos predominantes, alcanzando amplias zonas del resto de Ucrania y Bielorrusia en un primer momento y numerosos países del resto de Europa con el paso de los días. Se calcula que más de 200.000 kilómetros cuadrados de Europa fueron contaminados por partículas radiactivas, siendo desalojadas varios cientos de miles de personas y creándose una zona de exclusión circular de 30 km (prohibitiva para la vida humana) alrededor del reactor, que todavía seguirá presente durante cientos o miles de años.
En cuanto a las víctimas mortales, los datos aportados son muy dispares, dándose como seguro el fallecimiento de unos 50 agentes de los servicios de emergencia en el mismo momento del accidente y varios miles de personas más hasta la actualidad. Así mismo, se ha detectado en las zonas próximas un fuerte incremento de varios tipos de cáncer, malformaciones genéticas y otras enfermedades relacionadas con la radiación.
En España y en el resto de países occidentales es totalmente improbable que se registre un accidente nuclear de tal magnitud, ya que en Chernobyl se dieron una serie de circunstancias que, por suerte, serían irrepetibles en la actualidad. Algunos de los numerosos motivos en los que nos podemos basar para hacer tal afirmación son los siguientes:
En definitiva, con todos los respetos a esta fuente de energía tan potente y que ha provocado grandes desastres naturales en el pasado, nuestro país ha adoptado las medidas necesarias para que las centrales, que siguen operativas, lo hagan con unos índices de seguridad y fiabilidad acordes a las máximas exigencias vigentes en la actualidad a nivel mundial.